El cazador de ovnis del Pentágono se retrata

Kirkpatrick dice en un artículo de opinión que un pequeño grupo de creyentes ha engañado al Congreso y lo ha llevado a una búsqueda inútil.

En diciembre, el doctor Sean Kirkpatrick dimitió de sus responsabilidades al frente de la AARO (Oficina de Resolución de Anomalías en Todos los Dominios) después de ser cuestionado dentro y fuera del Departamento de Defensa.

En un reciente artículo de opinión, publicado en Scientific American, este doctorado en física dice que “nuestros esfuerzos se vieron abrumados finalmente por afirmaciones sensacionalistas, pero sin fundamento” que ignoraban evidencias, pero captaron la atención de legisladores y del público en general, “impulsando batallas legislativas y dominando la narrativa pública.” 

Se refiere, en concreto, a las revelaciones de David Grusch en el Congreso, afirmando en la audiencia pública –bajo juramento- que Estados Unidos posee naves y restos biológicos “no humanos” afirmación que ha dominado desde entonces la narrativa de la divulgación.

“El resultado de este torbellino de cuentos fantásticos, invenciones y versiones de los mismos de segunda o tercera mano fue un frenesí en las redes sociales y una cantidad significativa de tiempo y energía del Congreso y los ejecutivos invertidos en investigar estas supuestas afirmaciones, como si no supiéramos tengo algo mejor que hacer” –se queja Kirkpatrick.

Seasn Kirkpatrick

Seasn Kirkpatrick

Puede que no le guste y es probable que no haya fundamento, pero es su obligación investigar con la máxima transparencia las revelaciones del “denunciante de los ovnis”. Iba en el sueldo.

En su escrito asegura que durante un año se realizó desde la AARO una investigación a gran escala para verificar la historia “que ha sido contada una y otra vez por un pequeño grupo de creyentes interconectados y otros, con intenciones posiblemente menos que honestas, ninguno de los cuales tiene relatos de primera mano de nada de esto.” Y, añade: “AARO descubrió algunas cosas, y ninguna era sobre extraterrestres.”

En primer lugar, “no existe ningún registro de que ningún presidente o DOD vivo o líder de la comunidad de inteligencia, conozca este supuesto programa, ni ningún comité del Congreso tenga tal conocimiento.”

A su juicio, es inconcebible que un programa de tal importancia –hablamos de la recuperación de naves de otros mundos- nunca hubiera sido informado a las 50 a 100 personas de la cúpula del gobierno estadounidense a lo largo de varias décadas que supuestamente estuvo en marcha el programa secreto de recuperación.

En segundo lugar, la narrativa de la recuperación de restos biológicos y naves que ha estado latente durante años “es, en gran medida, una consecuencia de un programa anterior de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA) y del Departamento de Defensa llamado Programa Avanzado de Identificación de Amenazas Aeroespaciales (AATIP). Este programa –denuncia Kirkpatrick- estuvo fuertemente influenciado por un grupo de personas asociadas al empresario y ufólogo Robert Bigelow, fundador de Bigelow Aerospace.”

Harry Reid

Harry Reid

Desde este website hemos contado como el difunto senador de Nevada, Harry Reid solicitó en 2009, al secretario de Defensa (SECDEF) que estableciera un programa de acceso especial para proteger el presunto material procedente de ovnis que presuntamente ocultaba el gobierno de Estados Unidos. Tras una revisión por parte de la Oficina del Subsecretario de Defensa para Inteligencia, el SECDEF se negó y la DIA concluyó que no sólo no existía dicho material, sino que el dinero de los contribuyentes se estaba gastando de manera inapropiada en investigaciones paranormales en Skinwalker Ranch en Utah. 

En el verano de 2024, la AARO presentará un nuevo informe que demuestra que las revelaciones nada tienen qué ver con tecnología extraterrestre 

Kirkpatrick anuncia que en el próximo informe de la AARO que será presentado en verano, demuestra que muchas de las acusaciones se derivan de revelaciones no autorizadas de programas estadounidenses legítimos o I+D relacionados que no tienen nada que ver con cuestiones o tecnología extraterrestre. “Algunas son tergiversaciones y otras se derivan de creencias puras y sin fundamento” -asegura.

Es importante destacar que Kirkpatrick no niega la existencia de los ovnis, “La acumulación de observaciones por parte de militares estadounidenses altamente capacitados y otro personal creíble de fenómenos anómalos no identificados cerca de áreas y actividades sensibles de seguridad nacional exige un esfuerzo serio para comprender lo que está sucediendo,” pero considera que falta espíritu crítico en los legisladores más preocupados por opinar sobre los extraterrestres ante la prensa en lugar de recibir un informe basado en evidencias sobre el asunto.

Luis Elizondo(1)

Luis Elizondo(1)

“Parte del problema que enfrentamos hoy, sin embargo, es que el ciclo de los medios modernos genera historias más rápido de lo que la investigación sólida, la ciencia y los cronogramas de revisión por pares pueden validarlas” -asegura. Y termina diciendo que “No se puede dejar a la ciencia de lado en la loca carrera por descubrir una gran conspiración.”

Uno de los primeros en reaccionar a las duras acusaciones del ex-director de la AARO fue Lue Elizondo quien, a través de X (antes Twitter) le recriminó. “Dejé mi trabajo (como una forma de) protesta, otros se van avergonzados.” Recordemos que Elizondo estuvo al frente del AATIP que es mencionado por Kirkpatrick como una pantalla de un programa instigado por el empresario Bigelow. 

Jeremy Corbell, por su parte, dice que los argumentos de Kirkpatrick no se sostienen. Cuando refiere a que ningún responsable de inteligencia conoce nada acerca de los programas de recuperación, omite deliveradamente el testimonio acreditado del científico de la Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), Dr. James Lacatski sobre la recuperación de naves no humanas y del astrofísico Eric Davissobre su reunión con el Almirante Wilson y un famoso Memorandum. Ambos tenían autorizaciones secretas y trabajaban para la comunidad de inteligencia.

Las reacciones al artículo de Kirkpatrick han sido muchas y variadas. Para Darren King, Director de desarrollo y comunicaciones del Instituto John E. Mack, “Kirkpatrick […] construye una contranarrativa “supuestamente” objetiva contra Grusch. ¿Realmente cree que esto va a aguantar? Esto simplemente lo hace parecer aún más un peón cuyo principal propósito ha sido ofuscar y desinformar.”

Más duro fue Travis Taylor, científico principal del Grupo de Trabajo (UAPTF), antecesor de la AARO, quien en un revelador post en Reedit reprochó a Kirkpatrick que encabezara su artículo con la manida frase de Carl Sagan, “afirmaciones extraordinarias requieren evidencias extraordinarias”. “Conocí a Sagan de cerca cuando tenía 17 años. Era un imbécil. Ni esa frase ni ninguna de esas palabras aparecen en el método científico. Al hacer esa afirmación saganísta, sesgas el
experimento/método porque lo que estás diciendo es que estarás descartando CUALQUIERA y TODOS los datos/evidencias extraordinarios.” Y continúa argumentando que, “dentro del Método Científico todos los datos y evidencias deben ser considerados, investigados y analizados.” Taylor dice que “la AARO es una farsa”. 

¿Por qué recurrir a los extraterrestres cuando hay muchas otras explicaciones? -dice Kirkpatrick

Kirkpatrick contestó que la reacción de Taylor, es una prueba de lo que argumenta en su artículo. Asegura que “las búsquedas de cosas como la existencia del bosón de Higgs y el entrelazamiento cuántico requieren pruebas extraordinarias” e invitó a Taylor a hacer “algo de ciencia real” y presentar los datos a la comunidad para su verificación. “Si realmente leíste lo que escribí, fui claro en la estipulación de que la misión operativa del aquí y ahora es importante y debe abordarse (a través del método científico). Son las acusaciones cargadas de conspiración las que restan valor a ese serio esfuerzo. ¿Quizás está diciendo que el pueblo estadounidense no merece pruebas de las acusaciones incrédulas y debería tomarlas con pruebas mediocres? Nunca dije que aquí no había nada que ver, sino que lo que se ve puede no ser lo que piensas. ¿Por qué recurrir a los extraterrestres cuando hay muchas otras explicaciones?

Kirkpatrick miente. Y la mejor evidencia es la que plantea el ex subsecretario adjunto de Defensa para Inteligencia, Christopher Mellon, cuando muestra su desconcierto por las afirmaciones centrales de su artículo en Scientific American criticando a los ‘conspiradores’ de los UAP. Específicamente, su afirmación de que: “En el momento de mi partida, ninguno, permítanme repetirlo, ninguno de los ‘denunciantes’ conspirativos en el ojo público había elegido venir a AARO para proporcionar su ‘evidencia’ a pesar de numerosas invitaciones.”Estoy desconcertado -dice- porque, en un esfuerzo por ayudar en su investigación, le presenté al Dr. Kirkpatrick al ex director del programa AATIP, Lue Elizondo, así como al Dr. Eric Davis y al Dr. Hal Putoff. Cada una de estas voces destacadas asociadas con el programa AATIP pasó horas informando al Dr. Kirkpatrick en un entorno clasificado. Ninguno ha recibido comentarios.” Este relevante político que ha sido -desde la retaguardia- uno de los impulsores del proceso de revelación espera que “el informe pendiente al Congreso sobre el supuesto programa de recuperación UAP describirá las afirmaciones específicas hechas por estos y docenas de otros testigos y lo que AARO hizo para evaluarlas.”

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